martes, 8 de julio de 2008

Entre comillas

Reconocidos personajes de la historia universal, líderes políticos, grandes científicos, músicos y poetas, genios sin descubrir, putas y vagabundos, todos, unos con más frecuencia que otros, decimos cosas memorables: por geniales, por cínicas o por estúpidas. Aquí hay cabida para todas. Agregue esa de la que no se ha podido olvidar y, por favor, recuerde respetar los derechos de autor, no vaya y sea que los lectores piensen que la frase es suya y usted quede como un genio... o como un imbécil.

Las "brillantes":
"No es la contaminación la que amenaza el medio ambiente, sino la impureza del aire y del agua". George W. Bush.

"China es un gran país, habitado por muchos chinos". Charles de Gaulle.

"Yo no soy dislexico, yo como tres veces al día". George W. Bush.

"Las cosas son más como son ahora que como eran antes". Dwigth Eisenhower.

Las soberbias:
"No se mueve ninguna hoja en este país si no la estoy moviendo yo. Que quede claro". Augusto Pinochet, 13 de octubre de 1981.

"Yo los estoy viendo desde arriba porque Dios me puso ahí, la providencia, el destino, como quieran llamarlo me ha puesto ahí". Augusto Pinochet, 2 de julio de 1987.

Las que nos identifican:
"La moral no es mucha, pero está muy alta". La Lupe.

Cualquier parecido con la realidad colombiana...
"Cuando llaman a lista en el Senado, los senadores no saben si responder 'presente' o 'inocente'. Theodore Roosvelt.

Las sabias:
"Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes". Confucio.

domingo, 6 de julio de 2008

MANOS


¿Quién se iba a imaginar los líos en los que uno se puede meter por cuenta de estas dos?
T.

jueves, 3 de julio de 2008

Ansiedad

Ansiedad: es la incapacidad de controlar el tiempo entre una pregunta y su respuesta.
Y estoy esperando un montón de respuestas.
T.

Refranes

Me gustan estos dos refranes:

Cuando algo sale bien, todo sale bien y cuando algo sale mal, todo sale mal.

Y: Los problemas son cobardes, por eso siempre llegan en manada.

El primero, no se dónde lo oí por primera vez, pero me viene saliendo (de la misma manera como le salen a uno las canciones de desamor) desde hace años. El segundo lo aprendí recientemente de mi amiga Conchita, y no se si lleva años repitiéndolo, pero es casi seguro ahora mismo lo debe estar rezando cada cinco minutos.
Ambos me gustan porque ayudan a prepararse. Sirven para estar listo, alerta. Son útiles para que la siguiente traición, mala noticia, enfermedad no lo coja a uno por sorpresa o mirando hacia otro lado.

Mis preguntas ahora son:
¿Qué hacer cuando no pasa nada bueno ni nada malo?
¿Cómo prepararse para esos día en los que todo lo bueno y todo lo malo pasan al mismo tiempo?
Me voy a quedar con la duda.